El traumatismo facial es un impacto de alta energía que afecta a la cara y a la boca. Este tipo de traumatismo puede ser en el esqueleto facial, como fracturas de mandíbula, hueso maxilar, pómulo u órbita, o de tejido blando, como hematomas, abrasiones o heridas inciso-contusas.
Causas de un traumatismo facial
Las causas más comunes de los traumatismos faciales son:
Accidentes de tráfico: los accidentes automovilísticos, ya sea como conductor, pasajero o peatón, pueden ocasionar lesiones faciales graves.
Lesiones deportivas: la participación en actividades deportivas de contacto o de alto riesgo, como el fútbol, el boxeo o los deportes de combate, puede resultar en traumatismos faciales debido a golpes directos o caídas.
Accidentes domésticos: las caídas dentro del hogar, especialmente en las escaleras, bañera o áreas resbaladizas, pueden provocar fracturas faciales.
Agresiones físicas: los actos de violencia física pueden dar lugar a traumatismos faciales graves.
Heridas cortantes: son heridas causadas por objetos afilados, como cuchillos, vidrios rotos o proyectiles, que pueden ocasionar daños significativos en los tejidos faciales, incluyendo cortes profundos y lesiones en órganos internos.
Uso de patinentes eléctricos: en el territorio de la cirugía maxilofacial se está comprobando un gran incremento en las lesiones faciales debido a traumatismos por este medio de transporte, ya que no requiere medidas de proteccion facial.
Tipos de lesiones faciales
Los traumatismos faciales pueden afectar diferentes partes de la cara, incluyendo los huesos, los tejidos blandos, los músculos y los nervios. Algunos de los tipos más comunes de lesiones faciales son:
- Fracturas de huesos faciales.
- Heridas en los tejidos blandos.
- Lesiones oculares.
- Lesiones nasales
- Lesiones dentales.
Síntomas de un traumatismo facial
Los síntomas de un traumatismo facial varían según el tipo de lesión, la gravedad de la lesión y la zona afectada. Los síntomas más comunes son:
Zona Maxilar o Mandíbula
- Alteración en la forma de morder.
- Pérdida de dientes.
- Dificultad para abrir o cerrar la boca
- Deformidad en el contorno mandibular.
- Dificultad para tragar o masticar.
Zona Ocular y Órbitas
- Visión doble.
- Alteraciones o Problemas de visión.
Zona Nasal o Centrofacial
- Dificultad para respirar debido a sangrado y/o hinchazón.
- Alteraciones en el olfato.
Zona Facial
- Alteración de la sensibilidad del rostro o del movimiento debido a la afectación de los nervios faciales.
- Irregularidad o deformidad de los huesos faciales.
Complicaciones de un traumatismo facial
Además de los síntomas, pueden surgir complicaciones a raíz de un traumatismo facial como sensación de debilidad o entumecimiento, irregularidades en el rostro, infecciones, hemorragias, daños en el sistema nervioso o en el cerebro, visión doble o pérdida de la visión.
Diagnóstico de un traumatismo facial
El diagnóstico preciso de un traumatismo facial requiere una evaluación clínica médica exhaustiva y la realización de pruebas de imagen específicas, como la ortopantomografía, la tomografía computarizada (CBCT) y la tomografía axial computarizada (TAC facial). Estas pruebas permiten al cirujano maxilofacial elaborar un diagnóstico y plan de tratamiento adecuado para cada caso.
Tratamiento de las lesiones en la cara
El tratamiento de las lesiones en la cara pueden variar dependiendo de la gravedad y el tipo de lesión. En los casos más graves, puede ser necesario recurrir a la cirugía maxilofacial para colocar correctamente los huesos faciales y fijarlos con placas especiales conocidas como miniplacas. El abordaje quirúrgico de los huesos faciales se realiza a través de incisiones estéticas o por dentro de la boca, con el objetivo de minimizar las cicatrices.