
La lengua es una de las zonas de nuestro organismo en las que más bacterias se acumulan sin ser conscientes de ello.
Pero ¿Qué puede ocurrir si no realizamos una correcta limpieza de la lengua?
Podemos afirmar que la lengua resulta una parte fundamental de nuestra boca. Gracias a ella podemos realizar diversas funciones como son la masticación y deglución de los alimentos, mantener una conversacion e incluso disfrutar del sentido del gusto. Ya solo con estos ejemplos debemos darnos cuenta de la importancia que debe tener su cuidado.
La superficie de la lengua presenta una textura rugusa, esos pequeños surcos son el lugar perfecto donde los restos de alimentos tienden a acumularse y por lo tanto un nido de bacterias, las cuales pueden llegar a producir serios problemas de salud como la aparición de caries, infecciones y la vergonzosa halitosis.

En Instituto Profesor Sada nos gusta concienciar a nuestros pacientes de la salud e higiene bucodental por lo que utilizaremos este post para explicar cómo mantener una correcta y óptima limpieza de la lengua:
Lar técnica más idona para realizar una adecuada limpieza de la lengua es llevar a cabo un leve raspado de la lengua con el objetivo de retirar la mayor parte de los restos de comida y placa bacteriana que se acumulen sobre ella.
Mediante el limpiador lingual o las cerdas de un cepillo dental (la primera opción sería las más correnta) los movimientos deben ser sutiles (evitaremos así tener la sensación de posibles arcadas) y siempre desde la parte central hacia el exterior arrastrando hacia fuera y terminando con un enjuagado bucal (puede ser mediante colutorio o agua)
Pero ¿cómo podemos comprobar que hemos realizado una correcta limpieza de nuestra lengua?
El color de la lengua en condiciones normales debe ser rosado , color que será predominante en aquellas leguas que estén limpias. Pero si nuestra la lengua presenta un color blanquecino o amarillento es que no está limpia.

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