La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que se caracteriza por la obstrucción parcial o completa de las vías respiratorias superiores, interrumpiendo la respiración de manera repetida y durante períodos cortos de tiempo.

Estas interrupciones se denominan apneas y pueden ocurrir varias veces durante la noche. La falta de oxígeno que se produce durante estos episodios puede tener un impacto significativo en la calidad del sueño y en la salud en general.

Es fundamental comprender las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento disponibles para abordar adecuadamente este trastorno.

Tipos de Apnea del sueño

Los principales tipos de apnea del sueño son:

Apnea obstructiva del sueño (AOS): es la forma más común de apnea y está causada por la obstrucción física de las vías respiratorias superiores, generalmente debido al colapso de los tejidos blandos de la garganta durante el sueño.

Apnea central del sueño (ACS): es un tipo de apnea menos frecuente. Se produce cuando el cerebro no envía las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración.

Síndrome de apnea del sueño compleja: también conocido como apnea central del sueño emergente del tratamiento. Ocurre cuando una persona padece la combinación de AOS y ACS.

Como consecuencia de estos tres tipos de apnea, el cerebro y el cuerpo pueden no recibir suficiente oxígeno, provocando una serie de problemas de salud.

¿Cuáles son los síntomas de la apnea del sueño?

Los síntomas de la apnea del sueño pueden variar en función de la gravedad de la afección, el tipo de apnea del sueño y el estado general de salud de la persona. Algunos síntomas comunes son:

• Micro despertares nocturnos: la apnea del sueño puede interrumpir repetidamente las vías respiratorias, lo que puede generar despertares nocturnos, disminuir la calidad del sueño y provocar somnolencia diurna. De tiempo muy reducido, el paciente no es consciente de los mismos durante la noche.
• Fatiga y somnolencia diurna: la falta de sueño reparador causados por los micro despertares como consecuencia de la apnea del sueño, puede provocar somnolencia y sensación de fatiga durante el día. Este síntoma puede afectar la calidad de vida de una persona al no poder realizar sus tareas diarias. 
• Ronquidos: los ronquidos son un síntoma común de la apnea del sueño. Durante la obstrucción de las vías respiratorias, se disminuye el espacio para el paso del aire, circulando el aire a mayor velocidad produciendo el ronquido debido al efecto venturi. 
• Boca seca o dolor de garganta: respirar por la boca mientras se duerme puede provocar sequedad de boca o dolor de garganta al despertarse.
• Dolores de cabeza matutinos: despertarse con dolor de cabeza es un síntoma frecuente de la apnea.
• Dificultad de concentración y problemas de memoria: la apnea puede causar dificultad para concentrarse, problemas de memoria y una disminución de la capacidad de enfoque.

¿Qué complicaciones provoca?

Estas interrupciones breves en la respiración pueden provocar serios problemas de salud, entre ellos:

• Hipoxemia: es una disminución en el nivel de oxígeno en la sangre debido a la interrupción del flujo de aire durante la apnea del sueño.
• Hipercapnia: es un aumento en los niveles de dióxido de carbono en la sangre debido a la reducción del flujo de aire durante la apnea.
• Hipertensión arterial o problemas cardiovasculares: durante los episodios de apnea, la respiración se interrumpe repetidamente durante el sueño, lo que puede llevar a una disminución de la cantidad de oxígeno en la sangre (hipoxemia) y un aumento en la producción de dióxido de carbono (hipercapnia). Esto contribuye a la hipertensión arterial, que es una condición en la que la presión arterial en las arterias es anormalmente alta. La hipertensión arterial causada por la apnea del sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como enfermedades coronarias, insuficiencia cardíaca y accidentes cerebrovasculares. Además, la interrupción del sueño puede causar un estrés adicional en el cuerpo, lo que también puede afectar la presión arterial.
• Diabetes tipo 2: las personas que sufren este trastorno respiratorio son más propensas a desarrollar diabetes tipo 2.

CAUSAS

Las causas pueden variar en función del tipo de apnea del sueño. Este trastorno respiratorio puede estar causado por factores como la obesidad, la genética, la edad, el consumo de alcohol y tabaco y determinadas afecciones médicas.

La apnea obstructiva del sueño (AOS) está causada por una obstrucción física de las vías respiratorias durante el sueño. Esta obstrucción puede deberse a varios factores, como:

• Exceso de peso u obesidad: el exceso de peso corporal puede provocar la acumulación de tejido graso cervical, puede hacer que las vías respiratorias superiores sean más estrechas y dificultar la respiración durante el sueño.
• Amígdalas o adenoides grandes: las amígdalas o adenoides agrandadas pueden obstruir las vías respiratorias, especialmente en los niños.
• Anatomía de las vías respiratorias: ciertos rasgos físicos, como  mandíbula pequeña o malposicionada (retrognatia), una garganta estrecha, una lengua grande o un tabique desviado o unas vías respiratorias estrechas, pueden dificultar la respiración durante el sueño.

• Edad: este trastorno respiratorio es más común en personas mayores de 60 años.
• Sexo: los hombres tienen más probabilidades de desarrollarla que las mujeres.
• Historial familiar: si alguien en su familia tiene este trastorno, es más probable que usted también la tenga.
• Consumo de alcohol y tabaco: el alcohol y el tabaco pueden relajar los músculos cervicales, provocando una obstrucción en las vías respiratorias.
• Problemas de salud: las personas con enfermedades cardíacas, diabetes y presión arterial alta tienen más probabilidades de padecer este trastorno.

La apnea central del sueño (ACS) está causada por un fallo del cerebro a la hora de enviar las señales adecuadas a los músculos que controlan la respiración. Esto puede deberse a diversos factores, como:

• Insuficiencia cardíaca o accidente cerebrovascular: estas afecciones pueden afectar a la capacidad del cerebro para controlar la respiración durante el sueño.
• Enfermedades neurológicas: ciertas afecciones neurológicas, como la enfermedad de Parkinson o la esclerosis múltiple, pueden afectar a la respiración durante el sueño.
• Gran altitud: las grandes altitudes pueden provocar apnea central del sueño en algunas personas debido a la disminución de los niveles de oxígeno en el aire.
• Medicamentos: ciertos medicamentos, como los analgésicos opiáceos o los somníferos, pueden afectar a la respiración durante el sueño.

TRATAMIENTOS

Las opciones de tratamiento de la apnea del sueño pueden incluir cambios en el estilo de vida, uso de dispositivos médicos o la cirugía.

Cirugía Ortognática como Tratamiento de la Apnea Obstructiva del Sueño

La cirugía ortognática es un tipo de cirugía que se enfoca en corregir las anomalías en la estructura de la mandíbula y las vías respiratorias superiores que pueden estar contribuyendo a la obstrucción durante el sueño. Durante la cirugía, se pueden realizar diferentes procedimientos, como el avance mandibular, para mejorar la apertura de las vías respiratorias y facilitar el flujo de aire durante el sueño. La cirugía ortognática puede tener un impacto significativo en la calidad del sueño y la calidad de vida en general.

Esta cirugía de avance mandibular es el único tratamiento demostrado científicamente que soluciona este trastorno respiratorio de forma definitiva.

OTROS TRATAMIENTOS

Existen varias opciones de tratamiento para la apnea del sueño, dependiendo de la gravedad de la afección y de las necesidades específicas del paciente. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes son:

Terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP): es el tratamiento más común. Consiste en llevar una mascarilla sobre la nariz y/o la boca mientras se duerme. Ésta suministra un flujo continuo de aire a presión para mantener abiertas las vías respiratorias.

Dispositivo de avance mandibular (DAM) : estas férulas para la apnea del sueño son dispositivos que se usan en la boca durante el sueño para mantener las vías respiratorias abiertas. Mediante la tracción hacía delante de la mandíbula se evita la obstrucción que causa la apnea.

Cambios en el estilo de vida: hacer cambios en el estilo de vida puede ser fundamental para controlar la apnea del sueño. Algunos cambios recomendados incluyen perder peso si es necesario, evitar el consumo de alcohol y tabaco, mantener una rutina de sueño regular, dormir en una posición elevada y evitar el uso de medicamentos sedantes antes de acostarse. Estos cambios pueden ayudar a reducir la gravedad de los síntomas y mejorar la calidad del sueño en general.

Terapia posicional: consiste en entrenar al paciente para que duerma en una posición determinada que le ayude a mantener abiertas las vías respiratorias.